26 de febrero de 2008

Hadas y brujas a la gresca!

Un divertimento...

Leia Mais

14 de febrero de 2008

Descansar en paz.

En el cole de mi barrio hacen una fiesta peculiar: El día de la Paz. Se canta, se baila, se sueltan globos y palomas, los chavales que han dado alguna que otra torta piden perdón antes que otros días y los que han recibido también andan más propensos a perdonar… Este año, además, todos han escrito sus deseos de paz en tarjetas decoradas con palomas y después las han pegado en las paredes, unas al lado de las otras, todas muy juntas. Como el colegio es uno de los más grandes de Madrid, el mosaico creado era gigantesco y se extendía interminable por los pasillos, como un pequeño mar de buenos deseos.



La mayor parte de ellos eran sinceras expresiones de buena voluntad del tipo “Quisiera que no hubiera guerras” o “Que ningún niño pase hambre”, todas acompañadas de un absoluto “NUNCA MAS”.
Había algunos realmente sorprendentes: Una niña, imagino que cansada de que espiasen su tarea por encima del hombro o tal vez haciendo sana crítica de la iniciativa de las tarjetas, había escrito “Que nadie quiera saber mis deseos”. Otro niño, vaya usted a saber por qué, había puesto “Que a mi padre se le pase todo”.



Pero lo que más llamó mi atención fue una especie de subgénero que hacía referencia a la muerte. “Que no mueran los seres queridos”, “Que nadie tenga que morir”, “Que no se muera mi abuela”, “Que se mueran todos los malos” o este, que es mi favorito, “Que la gente que muere sea gente normal”. Desgraciadamente, el poco de niña que queda en mí no sospecha ni remotamente qué demonios intentaba decir este muchacho con frase tan genial…
El caso es que, como al común de los mortales, la idea de la muerte les inquieta, sobre todo la desaparición de un familiar cercano. Para los pocos de entre ellos que han vivido esa experiencia, la muerte no es ya algo ajeno y abstracto, atrayente y temible a un tiempo, asociado a sus fiestas de pseudo-halloween. Es un adiós definitivo. Un hecho irreversible. Y es muy difícil entender algo irreversible en esta sociedad de soluciones.


Este es el tema que tratan Emil Bravo y Jean Regnaud en su excelente tebeo “Mi mamá (está en América y ha conocido a Buffalo Bill)”.
No resulta fácil para los adultos recrear las vivencias infantiles, ni siquiera las propias. Tendemos a contaminarlas de lógica, de madurez, a despojarlas de la parte de soledad, confusión y angustia que realmente tuvieron. Este no es el caso de este par de autores, que reflejan espléndidamente el sentimiento de “nos viene grande” que acompañó nuestros primeros años. Muy recomendable.

Leia Mais

11 de febrero de 2008

Las niñas se hacen mayores...

Sorcelleries en Angouleme, su primer baile de sociedad. (Gracias por la foto a Fernando Tarancón)


.

Leia Mais

8 de febrero de 2008

Después de la tempestad...

Los que escribimos en pergamino, lógicamente, no podemos llevarnos del todo bien con las nuevas tecnologías... Nos cuesta entender que, lo que queríamos que fuese una pequeña modificación termina convirtiéndose un "tíralo todo y empieza de nuevo si quieres evitar una crisis nerviosa". Por eso a partir de hoy este blog es ligeramente diferente. Por eso, los amables comentarios de todas las buenas gentes que se pasaron por aquí han caído por la borda en la lucha librada contra los elementos... Pero nos comprometemos a defender con la vida cada nuevo comentario! Que un poco de tempestad no os haga bajar de este navío...

Leia Mais

Conversaciones al amor del Cola-cao...



A veces la vida nos regala momentos de intensa felicidad...

Leia Mais

The lion sleeps tonight...


Bienvenido a casa, Leo...




(Gracias, Marisa!!)

Leia Mais

Bande-annonce Sorcelleries




La salida a la venta de Sorcelleries en Francia se acerca implacablemente y la buena gente de Dargaud está trabajando mucho en las labores de promoción, (lo que se agradece enormemente) realizando desde anuncios en prensa a expositores específicos para el carrefour y otros supermercados. (...Francia si que es different!).

En esta ocasión han editado un vídeo promocional que da la oportunidad de disfrutar con nuevas viñetas del enorme Guarnido... ¡Espero que os guste!


Leia Mais

Bueno... Nadie es perfecto...








Ya dice el adagio popular que segundas partes nunca fueron buenas, a pesar de que el señor Francis Ford Coppola se encargó de revatirlo brillantemente con sus "Padrinos" 2 y 3.

Pero fabricarle un remake a Billy Wilder necesita de una más que admirable dosis de osadía, casi de inconsciencia, diría yo... Muchas veces me he preguntado qué razón puede impulsar a alguien a tomar una obra maestra del cine y pasarla por una especie de "lifting" del que sale llena de colores y vacía de alma. Entonces recuerdo la expresión de pánico de la gran mayoría de mis alumnos de guión cuando en la pantalla de vídeo aparecía una secuencia de "Casablanca" o "Qué bello es vivir" para analizar... incluso alguno pronunciaba, con temblorosa voz, con creciente incredulidad, con risilla entrecortada, la siguiente frase: " Je, je... no será en blanco y negro..."

Se ve que el blanco y negro, en lugar de un recurso estético de indudables valores, es algo así como un desagradable muro de hormigón, detrás del cual pueden ocultarse grandes historias admirablemente narradas, personajes de carne, hueso y sangre caliente galopando por las venas y emocionantes interpretaciones. Pero el muro es totalmente insalvable para muchos. Y es necesario cambiarlo por un tornasolado papel de caramelo.

Eso no me parece mal, pero... ¿Por qué al cambiar el envoltorio desaparece la esencia?

La inconsciente osadía de la que antes hablaba debió embargar a Sydney Pollack cuando decidió rodar "Sabrina y sus amores" y poner en el papel de Audrey Hepburn a Julia Ormond, haciéndonos disfrutar con ello de una de sus legendarias actuaciones inspiradas en el "Extasis de Santa Teresa" de Bernini. (Francamente, la escultura está mejor.)

Dándole vueltas a por qué el guión de una es un prodigio de elegancia, diversión, estructura y claridad, y el remake no tiene nada que envidiar a un buen Estrenos TV, narrando ambos idéntica historia, mi modesta opinión es que el secreto está en LAS SITUACIONES: La Sabrina de Billy Wilder ofrece situaciones siempre originales, en ocasiones delirantes, en las que los gags se encadenan fluidamente y los personajes se dan a conocer por lo que dicen, pero sobre todo por lo que hacen... en la "nueva Sabrina" todo eso simplemente ha desaparecido... las situaciones son planas, coherentes, convincentes, situaciones que cualquiera de nosotros podría vivir en un determinado momento, exentas de magia... Y para muestra simplemente la escena final, en la que Linus va a buscar a Sabrina: En la original, Sabrina le ha estado arreglando durante toda la película el sombrero al viejo insensible de Linus (Humprey Bogart) para hacerle parecer menos serio... Antes de su reencuentro a bordo del transatlántico en el que la chica huye, Linus envía a un pasajero que le entrega el sombrero mientras le dice: "Hay ahí un caballero que pide que le arregle el ala del sombrero..."

En la versión remasterizada, Linus se monta en el Concorde y en el portal de la chica le dice cosas tan originales como " Te quiero... te necesito... etc." En fin, lo más probable es que el problema sea mío, y que mi debilidad por Billy Wilder y su increíble talento me lleve a la urticaria cuando veo que se desgracian sus guiones... pero es que él me regaló hace años un Agosto de encendidas tardes y noches plateadas en el Cine Doré, a veces bajo las estrellas eléctricas de la sala 1 y a veces bajo las un tanto apagadas del cielo de Madrid, en la sala 2... un verano por muchas razones inolvidable. Y estoy en deuda. "Isn't it romantic?"

Leia Mais

Peonía marchita





Hace un par de años tuve el placer y el privilegio de asistir a las clases de pintura tradicional China que el gran maestro Li Chi Pang (Pepe para sus amigos) imparte en su local de San Bernardo, en Madrid.


Allí, el maestro no sólo enseña a pintar (lo que no es poco, en vista de su increíble talento) si no que, sin ningún coste añadido, te regala de vez en cuando unas dosis de sabiduría que estremecen... Cuando tristemente tuve que abandonar las clases, por falta de tiempo, no me llevé tanto el conocimiento de una nueva técnica artística como una visión optimista, serena y amable de la vida...

Leia Mais

El cuento de la isla desconocida...


"Un hombre llamó a la puerta del rey y le dijo, Dame un barco (...) Y tú para qué quieres un barco, si puede saberse, fue lo que el rey preguntó (...) Para buscar la isla desconocida, respondió el hombre. Qué isla desconocida, preguntó el rey (...) Hombre, ya no hay islas desconocidas, Quién te ha dicho, rey, que ya no hay islas desconocidas, Están todas en los mapas, En los mapas están sólo las islas conocidas. Y qué isla desconocida es esa que tú buscas, Si te lo pudiese decir, entonces no sería desconocida. (...) Y has venido aquí para pedirme un barco, Sí, vine aquí para pedirte un barco, Y tú quién eres para que yo te lo dé, Y tú quién eres para no dármelo, Soy el rey de este reino y los barcos me pertenecen todos, Más les pertenecerás tú a ellos que ellos a tí (...) tú sin ellos nada eres, y ellos sin tí, pueden navegar siempre (...) Vas al muelle, preguntas por el capitán del puerto, le dices que te mando yo, y él que te dé el barco, llevas mi tarjeta. (...)


El capitán vino, leyó la tarjeta, miró al hombre de arriba abajo y le hizo la pregunta que al rey no se le había ocurrido, Sabes navegar, tienes carné de navegación, a lo que el hombre respondió, Aprenderé en el mar. El capitán dijo, No te lo aconsejo, capitán soy yo y no me atrevo con cualquier barco. Dame entonces uno con el que pueda atreverme (...) dame un barco que yo respete y que pueda respetarme a mí. Ese lenguaje es de marinero, pero tú no eres marinero. Si tengo el lenguaje, es como si lo fuese. (...) Para qué quieres el barco, Para ir en busca de la isla desconocida. Ya no hay islas desconocidas. (...) Es extraño que tú, siendo hombre de mar, me digas eso, que ya no hay islas desconocidas, hombre de tierra soy yo, y no ignoro que todas las islas, incluso las conocidas, son desconocidas mientras no desembarcamos en ellas. Pero tú, si bien entiendo, vas en busca de una donde nadie haya desembarcado nunca, Lo sabré cuando llegue, Si llegas, Sí, a veces se naufraga en el camino, pero si tal me ocurre, deberás escribir en los anales del puerto que el punto adonde llegué fue ese. Quieres decir que llegar, se llega siempre. No serías quien eres si no lo supieses ya. (...) Voy a darte la embarcación que te conviene(...)
Siempre tuve la idea de que para la navegación sólo hay dos maestros verdaderos, uno es el mar, el otro es el barco. Y el cielo, te olvidas del cielo, Sí, claro, el cielo, Los vientos, Las nubes, El cielo, Sí, el cielo..."







(José Saramago; trad. Pilar del Río, 1998 Santillana Ed.)




Bienvenidos a bordo del Perpetuum Mobile!
Aquellos que aún creéis en las islas desconocidas y que a navegar se aprende navegando, tenéis pasaje gratuito, cama y comida en este navío en travesía perpetua por mares no siempre en calma... Daos prisa, zarpamos con la marea...

Leia Mais